Labores de control de un fuego en Galicia por medios terrestres | Joaquín Jiménez

Durante la investigación hemos escuchado y recogido una cantidad enorme de declaraciones de las muchas fuentes consultadas. Palabras valiosas que no todas aparecerán en los textos y que no queremos que se queden archivadas y ocultas. Son testimonios, opiniones, quejas, confesiones, etc., que enriquecen el tapiz y sirven para completar, sostener o, incluso, contradecir algunos de los datos que refleja nuestro trabajo periodístico. Aquí queremos mostrar una selección fidedigna y representativa de ellos. Muchas gracias de nuevo a todas las personas entrevistadas por mejorar con sus voces este trabajo:

“La Justicia Penal es preventiva, pero no soluciona el problema de los incendios forestales; éste es un problema de índole sociológica.

Álvaro García Ortiz, fiscal de Medio Ambiente de Galicia (julio de 2013).

“A mí no se me quema el monte porque tengo a 110 personas trabajando en él, autónomos que viven de él explotando la resina en el término municipal de Coca. Empecé con ello en 1995, nadie creyó en mí, pero se ha conseguido y se ha demostrado. De ahí se demuestra que si un monte lo cultivas, si lo gestionáramos de manera diferente el medio rural, esto cambiaría. La mejor defensa contra el trastornado, contra la negligencia, contra el accidente provocado por una máquina, es tener los montes limpios.”

Juan Carlos Álvarez, alcalde de Coca (Segovia) y agente forestal (junio de 2013).

“Estoy viajando por todos lados para contar las bondades de la energía hecha con biomasa. Yo tengo 10 plantas de biomasa aquí que calefactan 10 edificios. Somos 2000 habitantes en Coca, ahorramos 84.000 euros al año en gasoil, en edificios públicos del Ayuntamiento. La caldera del colegio gastaba antes 34.000 euros, ahora gasta 3.300, porque utilizo energía de este país. Porque son astillas de madera o cartuchos de pellets que son como los filtros de los cigarrillos. (…) Poco a poco vamos ganando terreno al petróleo y fomentamos la limpieza de los montes. Ahora el propietario privado, el bosque español está casi el 60 por ciento en manos privadas, pero ese monte privado que al propietario no le da nada, yo no le puedo obligar a que lo limpie, no tiene valor, pero eso es lo que tratamos, que ese monte privado le dé un beneficio al propietario y que le dé un beneficio a la sociedad dándole una materia energética que evita incendios forestales. Me interesa que al ciudadano le llegue esa plusvalía de la naturaleza y que llegue a su domicilio directamente, sin que medien las eléctricas. (…) Basándome en la España de 1808, lo que funciona en este país es la guerra de guerrillas, y eso es lo que hacemos en Coca, una guerra de guerrillas para evitar la connivencia de la política y las eléctricas.”

Juan Carlos Álvarez, alcalde de Coca (Segovia) y agente forestal (junio de 2013).

“Insisto, las masas productivas a las que se les saca un rendimiento económico no se queman porque tienen detrás una importante gestión forestal. Antaño, nuestros bosques se quemaban de diferente forma a la que lo hacen ahora; esto es, antes quemaban en menor intensidad y sólo afectaban al estrato superficial (matorral) y rara vez al arbóreo. ¿Por qué? Pues la respuesta es muy simple, nuestros abuelos y bis abuelos, en gran medida vivían del bosque, para ellos tenía un importante valor, de él sacaban la materia prima para generar energía para su supervivencia, con esta acción, mantenían una gestión dentro de la masa forestal, reducían cantidad de combustible y los fuegos eran de menor intensidad”.

Javier Blanco, ingeniero forestal y analista de incendios (julio de 2013).

“[Para luchar más eficazmente contra los incendios forestales] la gestión debería estar basada en la necesidad de conseguir una valoración económica real y sostenible de nuestras masas forestales, no sólo como elementos de producción en base a aprovechamientos, sino por otros muchos beneficios que generan (fijación de CO2, captación de agua para acuíferos, turismo y actividades recreativas, etc.) Lo principal: que a nadie se le llene la boca diciendo que tenemos una ‘política forestal’ cuando eso es totalmente irreal”.

Javier Blanco, ingeniero forestal y analista de incendios (julio de 2013).

“Ha habido muchos recortes presupuestarios en incendios forestales. Se dedica mucho a la extinción y poco a la prevención. Los árboles no dan votos, las personas sí”.

Javier Blanco, ingeniero forestal y analista de incendios (julio de 2013).

“Es lógico que cuando la voracidad del incendio es imparable te pongas a proteger elementos. El President de la Generalitat Valenciana, se ven imágenes suyas al día siguiente por la mañana con la cara desencajada porque ya le han dicho que se van a quemar 20.000 ha, se ha tomado la decisión de que se quemen esas 20.000 ha, que va a arrasar estos pueblos y se empiezan a proteger otras cosas. Puede haber un negocio detrás (…) Me sorprende que toda está madera se esté yendo a Italia, están saliendo barcos de 6.000 toneladas. Las primas de Italia para generación energética, ésa es una línea de investigación interesante. La realidad es que los protocolos de extinción no funcionan. (…) Viene una nevada, se produce un atasco por falta de máquinas y se pide la dimisión del ministro. Nosotros estábamos aquí reunidos los alcaldes de Villar, Andilla y Alcublas pidiendo una máquina DC-8, pero la persona que tenía que contratarla no estaba, no se sabía qué empresa tenía que contratarla, si Tragsa, si Vaersa, a quién le tenían que pagar el alquiler de la máquina. Esa máquina hubiera apagado esa noche el fuego (…) Luego la trajeron de Zaragoza para hacer otros contrafuegos. ¿Tan tontos somos? No, no lo somos, lo que pasa es que da igual que se quemen ciertos pueblos”.

Manuel Civera, alcalde del municipio valenciano Alcublas, que se calcinó en un 85% de su superficie en el gran incendio de Andilla de 2012 (junio de 2013).

“Como biólogo, las soluciones que aportan los ingenieros de montes me parecen estrambóticas (…) El 90 por ciento de los incendios forestales corresponden a lugares donde hay pinares de repoblación (…) ¿Aquí qué van a hacer [tras incendio de 1.520 hectáreas de 2012 en Valdemaqueda, Madrid]? Han cortado las encinas para evitar su “regeneración desordenada” y ¿qué quieren que las encinas crezcan en fila india? (…) Un encinar, un quejigal, los árboles autóctonos de la zona, no conozco ningún incendio por ellos, es una masa mucho más estable, masa discontinua, heterogénea, desordenada, que eso para un ingeniero debe ser lo peor. (…) Van a plantar pino resinero, entonces, quien planta pino recoge incendios. (…) El beneficio de los ingenieros es que se perpetúan. ¿Tú sabes la cantidad de pasta que se mueve con los incendios forestales? Es la pescadilla que se muerde la cola. Igual suena muy crudo, pero en el fondo, se quieren perpetuar, invierten en el futuro de una profesión”.

Miguel Higueras, secretario general de UGT de agentes forestales de la Comunidad de Madrid y biólogo (julio de 2013).

“Hay y hubo mucha descoordinación. Según quién dé la orden, así luego las empresas cobran y facturan a tal o cual Consejería o Diputación. TRAGSA dice que no trabaja por la noche. Mientras el monte arde, la coordinación está llena de de intereses creados”.

Fuente que prefiere preservar el anonimato en Valencia en referencia a los grandes incendios del verano de 2012 que asolaron esa provincia (junio de 2013).

“Todavía estaba humeando el monte y ya había cinco maderistas a la puerta del Ayuntamiento para conocer las condiciones de los pliegos de subasta de madera quemada. Justo antes del incendio se habían intentado subastar 3.000 metros cúbicos de madera verde y no se había vendido”.

Fuente anónima sobre el incendio de Andilla (Valencia) que en junio de 2012 calcinó casi 25.000 hectáreas de superficie forestal (junio 2013).

“Sí que hemos sido capaces de ver que el efecto contagio o efecto llamada funciona. Si hay muchos fuegos en la zona y me hace falta limpiar mi finca, le prendo fuego y las responsabilidades se disipan porque todo el mundo está atareado”.

Salvador Ortega, capitán de la Guardia Civil destinado en la Jefatura del SEPRONA (julio de 2013).

“Aquí la prioridad es apagar casetas del monte, que la mayoría son ilegales. Esto [la extinción] lo dirigen bomberos de la ciudad, y su prioridad es que no se quemen casetas, ni casas, ni polígonos industriales, el monte les da igual”.

Julio Estela, agente medioambiental de Cortes de Pallás, municipio donde se produjo en 2012 el segundo incendio más devastador de España en lo que llevamos de s. XXI (junio de 2013).

“Falta una cultura silvícola en España, hay que hacer mucha pedagogía en este sentido. Por ejemplo, en la lucha contra los incendios, el ‘fuego contra fuego’ es una medida muy eficaz, pero es políticamente incorrecta”.

César Gómez, ex retén de brigada de extinción de incendios y estudiante de Ingeniería Técnica Forestal (abril de 2013).

“El criterio gallego es: cuando una actividad imprudente no está autorizada, lo consideran intencionado, pero investigan pocos incendios porque son muchos los que tienen al año”.

Un técnico de investigación de incendios forestales bajo condición de anonimato (junio de 2013).

“La realidad de la investigación no es homogénea en todas las Comunidades Autónomas, en Cataluña, Comunidad Valencia, Murcia y Andalucía está ya muy desarrollado desde el principio porque era una necesidad para conocer la patología, la diagnosis es fundamental para atacar la enfermedad”.

Técnico de investigación de incendios forestales en condición de anonimato (junio de 2013).

“Nuestra metodología de investigación se basa en evidencias físicas y en declaraciones. Eso genera problemas para la investigación de los incendios forestales porque las evidencias se queman y nos toca trabajar mucho con indicios”.

Salvador Ortega, capitán de la Guardia Civil – SEPRONA (julio de 2013).

“En Asturias los incendios son de primavera, post nieve, el verano es tranquilo. Las campañas del Ministerio son homogéneas para todo el Estado, en los meses de calor, entonces los asturianos dicen: ¿por qué nos ponéis los medios en verano? Estamos sin medios cuando se producen los incendios”.

Técnico de investigación de incendios forestales en condición de anonimato (junio de 2013).

“Alguna denuncia por el uso del fuego, la respuesta ha sido un incendio. Son los incendios punitivos. A eso lo llamamos ‘un jódete’”.

Técnico de investigación de incendios forestales que prefiere ocultar su identidad (junio de 2013).

“Aquí [en el Valle del Tiétar, Ávila] antes había resina, ahora ya no, antes había veredas para las cabras, ahora ya no. Si aquí le quitas la resina y el ganado, ¿cómo se queda el monte? Abandonado. Con un poco de fuego que haya, sale volando”.

Felipe Vinuesa, capataz de camión contra incendios en el municipio abulense de El Arenal (junio de 2013).

“El monte antes era un recurso muy importante a nivel económico: madera, leña, resina. Cuando se producía un incendio, iban a apagarlo, motu proprio la gente de los pueblos porque estaban jugándose su cocido. Ahora coges ese monte, y lo conviertes en un coto de la Administración regulado donde no puede hacer nadie nada. La Administración no aprovecha los factores afectivos del monte”.

Javier Perandones, arquitecto y ecologista residente en Arenas de San Pedro, Ávila (junio de 2013).

“Uno sospecha porque sea la misma empresa la que se encarga de la extinción y luego de la replantación, eso no se debería permitir, cuantas más hectáreas se quemen más días de replantación, entonces, yo creo que quien maneje eso no debería permitir que esas empresas se dedicaran a lo mismo. (…) Fuimos a ayudar y vino una ingeniera de la empresa, la jefa del operativo, y no nos dejó cortar un pino para hacer fuegos”.

Julián Martín, alcalde de Mombeltrán, municipio abulense gravemente afectado por un incendio en 2009 (junio de 2013).

“Habría que mirar con lupa qué empresas se encargan de contratar a las cuadrillas y qué empresas se encargan después de arreglar lo hecho, y qué dinero se gasta la Junta [Castilla y León] y otras Comunidades Autónomas y en qué empresas delegan esa función”.</footer>

Óscar Tapia, ex alcalde de Arenas de San Pedro, municipio abulense donde se inició un gran incendio forestal que calcinó más de dos mil hectáreas en 2009 (junio de 2013).

“Galicia es un problema porque se utiliza el fuego como herramienta de gestión del monte. Es una tradición. Además, si uno tiene que pagar a una cuadrilla para desbrozar, te la ahorras pegándole fuego al terreno”.

Salvador Ortega, capitán de la Guardia Civil – SEPRONA (julio de 2013).

“Una gran parte de los incendiarios penados entrevistados por mí en cárceles –entre el 30 y el 40 por ciento- tienen problemas psiquiátricos. Y he entrevistado a unos 50 en diferentes prisiones”.

Oficial solvente de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (verano de 2013).

“Lo que agobia a la gente de los incendios es decir: ‘jamás en mi vida lo voy a ver igual’”.

Santos Jiménez, guía de senderismo y poeta, vive en el pueblo abulense de Cuevas del Valle, cuya superficie fue arrasada en un incendio en 2009 en sus tres cuartas partes (junio de 2013).

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